En el mes de Agosto realice un
bello concurso que realmente no pensaba que iba a tener una linda acogida e interés
por ustedes. Escribieron poemas, frases, y hasta historias sin un tema preciso,
pero con objetivos claros, pensamientos profundos y sentimientos francos. Cada
palabra que leí de mis lindos concursantes me hacía viajar y transportarme al
lugar donde narraban sus historias. Me hacían sentarme bajo un árbol a mirar la
luna, declararme en cientos de palabras hacia un amor correspondido en medio
del olvido, tomar una guitarra y tocar una canción así sonara desentonada, o
sentir el frágil amor de una madre hacia su hija en una de las más bellas
etapas de su vida. Fueron tantas las emociones, que hicieron que cada historia exhibiera
un tema representado en imagen. Cada ilustración la pensé minuciosamente para
ellos, que se sintieran identificados y se llenaran de alegría al ver sus
relatos en un medio grafico frente a un público lleno de expectativas y gustos
similares.
Héctor Ontiveros me cautivo con su
espontánea y explosiva manera de escribir, y como el amor en ese momento toco
su corazón a tal punto de escribirle en una conversación por chat un poema
sutil a su bella musa sobre su sonrisa y lo que significaba para él. De
inmediato, con su otro poema dirigido a la luna, supuse que se trataba de la
misma mujer que le había robado hasta la última fibra de su corazón. Esa linda comparación
con la Luna, que aunque muy llena, blanca y hermosa jamás podría superar la
belleza de la mujer que le arrebataba el aliento, sus pensamientos, sus
palabras y su ser.
Por otro lado, Sandra Fajardo me
hizo divertir y estallar en mil emociones de colores con su poema. Su debilidad
es la Luna, y solo le basto ver una foto de ella para que su inspiración flotara
inexplicablemente y creara un ser utópico que le arrebatara dulces suspiros y
pensamientos que se reflejaron en letras llenas de amor y picardía. Fue tan mágico
su mundo, que me hizo de inmediato pensar en una niña caminando por un lindo
campo, con un diente de león que soplaba mientras las palabras las llevaba el
viento hacia la Luna.
Patricia Briola nos dejó ver el lado
sensible y amoroso de una Madre que sin
censura y cautela nos mostró en un corto y enternecedor poema la adolescencia
que está empezando a vivir su hija, y como su frágil e inocente mirada ya
guarda un sentimiento de amor y cariño por alguien que ni ella misma, tan solo
el viento y el destino serán los encargados de mostrar las betas del amor de su
futuro.
Por último, Iván Tabares le
escribe una canción llena de mil sentimientos, original y conmovedora a una hermosa
mujer que fue su motor durante mucho tiempo. Su dulce inspiración, su fuente de
alegría y amor, en un momento en donde se separaron irremediablemente, y la
distancia hizo que sus caminos se separaran más allá del espacio y sus miradas.
Les dejo las imágenes de los escritos ganadores y espero que sigan escribiendo tan
bellos versos y palabras, se sigan enamorando de la vida, de las esperanzas o
aprendan a vivir de las desilusiones y los errores del alma. Sigan su camino,
su destino, hagan lo que les nace hacer, pero siempre siendo sinceros con
ustedes mismos y con los demás, hagan lo que su corazón y su mente dicten, pero
sobretodo, sean felices, siempre con una bella sonrisa.
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